Qué me tragué: Big Tits Zombie (2010), subtitulada para más inri the boobs to die for (!!), de Takao Nakano. Un grupo de strippers se aburre mucho en el pueblo japonés en el que trabajan. Descubren un día, tras una puerta secreta, un libro maléfico con el que consiguen revivir a los muertos. La peli va de cómo huyen y matan a zombies de un lado a otro.
Porqué: porque me apeteció exploitear un rato.
Qué tal digestión hice: difusa y confusa. Estos japoneses le echan más morro que Carracuca para liarse con esta historia de serie Z mezcla de Tarantino, Romero y cualquier cliché del género (si la referencia verdadera era Jess Franco, esto no le llega ni a simpático homenaje). Las muchachas protagonistas están continuamente en semicueros (no olvidemos que en Japón hay censura), peleando entre ellas o matando zombies. Por eso, podríamos decir que es una película reprimida y misógina, que pretende mostrar pero que no muestra. La transgresión es muy hueca y no resulta nada gamberra (si es que por ahí van los tiros). Y sangre, lo que se dice sangre, apenas hay. Los creadores se empeñan en usar los efectos visuales para “salpicar” y partir en pedazos a los muertos. Los zombies son, simplemente, gente con la cara ennegrecida haciendo el canelo (¿no tenían presupuesto para maquillaje pero sí para efectos digitales y vestuario?). Y el demonio de la escena final (el ogro azul) parece un vulgar imitador de Avatar. El precedente de este director es Sexual Parasite: Killer Pussy (2004), una cinta que esperamos conseguir ver algún día para poder tragárnosla y evitaros que lo hagáis vosotros.
Qué hubiera dicho mi madre: pues no sé ni qué decirte… No sé quién le puede ver la gracia a esto… De verdad, ¿eh? Como me vuelvas a poner una mierda así, dejo de ayudaros con esto.
Puntuación: 2 / 10